Viviana Caminos y Liliana Hendel
Las Licenciadas Viviana Caminos y Liliana Hendel estuvieron en Río Cuarto para poner en la agenda pública el tema de la trata de personas, tanto sexual como laboral.
Si bien la trata a principio del siglo XX estaba vinculada a la explotación sexual hoy también se da en el plano de lo laboral. “La convención de 1949, ratificada por la Argentina , prohíbe las casas de citas, es una convención que habla de trata de mujeres y niñas, pero no se refiere a la trata laboral y la misma está absolutamente vinculada con la prostitución” remarca Caminos introduciéndonos en el tema que la compete.
�Si no hubiera existido el caso de Marita Verón qué hubiera pasado con el tema de la visualización de la trata?
Liliana: El caso de Alicia Muñiz, asesinada por Carlos Monzón al tirarla de un balcón, marcó un antes y un después sobre visualizar la violencia sobre la mujer, más allá de grupos que existían y venían trabajando, el hecho mediático puso en agenda la problemática. Con el caso de Marita Verón y Susana Trimarco pasó algo parecido, el hito que marca el antes y el después en la trata es el caso de Marita Verón y la actitud de Susana Trimarco que marca la diferencia y se suma el movimiento de mujeres que ya estaban trabajando desde hace tiempo, sin ser visualizadas. Julieta Anteri en el siglo pasado hablaba de prostitución, Alfredo Palacios hizo la primera ley que fue pionera en la región, Alicia Moreau de Justo se preocupaba por el tema. La historia se escribe desde hace mucho tiempo, pero no tiene visibilidad, por muchos factores, tal vez porque no hubo casos tan resonantes como los actuales, pero también por las comunicaciones de hoy que hacen que uno esté informado al instante. Ya no se puede tapar el tema, porque si no se conocía no era porque no hubiera casos, sino que había intereses que generaban que de ciertas cosas era mejor no hablar.
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�Cuál es la realidad de Argentina?
Viviana: Como política pública existe la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas de la Trata de Personas, la misma trabaja en la asistencia inmediata y si hay víctima rescatada, durante el tiempo que dura la etapa de la denuncia, lo que no tenemos son lugares para asistir posteriormente, muchas son derivadas a sus lugares de origen, sin que conozcamos el paradero después de las víctimas. Tenemos la Unidad Fiscalla División Contra la Trata de Personas. Tenemos 2700 personas rescatadas, en los últimos meses se han rescatado más personas en lo que respecta a la laboral que en lo sexual. Hay menos de 20 condenas, lo que es poquísimo, esto se debe a la ley 26.364 que es ineficiente en materia penal, en el caso de las mayores de edad deben presentar pruebas de que fue sin su consentimiento y conseguirlas es difícil por las características de las víctimas y los victimarios. Si no se la rescata rápidamente, la víctima naturaliza su condición y no se reconocen como víctimas en muchos casos. Hay muchas chicas que son aisladas, las golpean, las amenazan, muchas se hacen adictas, muchos las hacen cómplices de delitos dentro de donde trabajan, tienen hijos con los proxenetas, quienes las convencen de que no hay otro mundo posible que el del prostíbulo porque son putas y la familia y el mundo las rechazará. Crean vínculos afectivos con sus compañeras de cautiverio o los proxenetas y esto es difícil de cambiar después de muchos años, no es lo mismo recuperar a alguien a los 6 meses que a los 6 años, sobre todo porque no tenemos políticas públicas de reinserción social de la víctima. En la actualidad hay un programa nacional de prevención y asistencia a las víctimas de trata que en 2007 lo sacó por decreto Néstor Kirchner, pero nunca se puso en práctica, y quedó en el Ministerio del Interior. Hoy hay tres proyectos con mayoría y minoría en Diputados donde se modifica la ley en cuanto a un sólo tipo penal que sólo habla de trata de personas, sin que el consentimiento sea un motivo para que el delito no sea delito, es irrelevante el consentimiento, se elevan algunas penas y se crean programas de prevención y asistencia. El Senado está creando un consejo federal, un programa y comité ejecutivo para llevarlo adelante, tiene previsto la incautación de los bienes de los tratantes y de la información para recuperar más víctimas. Se están buscando generar políticas públicas con respecto a la asistencia y la reinserción.
Viviana Caminos considera que la lucha contra los prostíbulos está pérdida, pero se les seguirá dando batalla, sin embargo remarca que “el principal trabajo de la sociedad civil es reducir la demanda y que el Estado genere políticas públicas para que las mujeres tengan trabajo”, además manifestó que se conoce el número de personas rescatadas, pero se desconoce la cantidad de mujeres que se encuentran presas dentro de estas redes de prostitución y trata de personas por la falta de denuncias y estadísticas. Liliana Hendel es crítica respecto a la falta de estadísticas oficiales del tema, “si bien hemos avanzado no siento que hay una decisión política para que las haya, tenemos mejores leyes y hay equipos más capacitados y creo que hay organismos que hace 10 años eran impensados, pero nos falta mucho camino por recorrer. Las estadísticas no son un capricho de las organizaciones de mujeres, si no hay estadísticas no podés encarar políticas públicas y si no tenés políticas públicas no podés asignar presupuesto para poner en marcha un trabajo serio en la lucha contra la trata”.
LP.
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